Opinión

El conflicto israelí-palestino

El conflicto israelí-palestino
El conflicto israelí-palestino

Dedico la presente reflexión a la memoria del profesor Juan Bosch, quien en 1975 ofreciera varias conferencias a la hermandad Domínico-Árabe, que, luego, fueron recogidas en un libro titulado: «Breve Historia de los pueblos Árabes».

Es una responsabilidad ética, un imperativo moral, librar  a las religiones que surgen con el patriarca Abraham: judaísmo, cristianismo e islamismo (religiones abrahámanicas, de la idea perversa, casi impuesta como verdad, el que se establece  que  el conflicto palestino-israelí, es  fruto de  una antigua disputa religiosa. Sin embargo, el mercantilismo que se ve coronado en el capitalismo industrial que impuso el imperio británico en el siglo XIX, en el año 1838, veía la necesidad, de establecer, como diría el profesor Juan Bosch, en Breve Historia de los Pueblos Árabes :» una cuña que debía ser un país bajo el protectorado británico». Imperio, promotor del capitalismo industrial y financiero, que en el siglo XIX, de cada 4 habitantes del globo terráqueo tenían 1 súbdito para la reina Victoria.

El profesor Juan Bosch, establece que ya en el 1840 Anthony Ashley Copper(1801-1885), conocido como Lord Shaftsterbury, político británico, recomendaba, en una comunicación al Ministro de Relaciones Exteriores de Inglaterra Lord Palmerston, la » separación del mundo árabe, entre su parte africana y su parte asiática, por medio de la creación de un estado Estado». De igual forma, resalta  como un ciudadano inglés Sir Moses Montifiori, hizo la primera plantación de naranja en la región y que en el 1870 Charles Netter fundó una escuela agrícola en la colonia de judíos que se llamaba MIkve Israel, y que  el Barón Edmond de Rothschild, compró tierras y organizó   en el sur de palestina una siembra de viñedos.

El profesor Bosch,establece que el sionismo fue fruto de un proceso, que antecedió al nacimiento Theodore Herzl.

De lo expresado por el profesor Bosch,  podemos comenzar a inferir que  este es un  conflicto que  ,se justifica y encubre, ante la opinión pública mundial,  ocultando  los intereses  geopolíticos, que han  elaborado planes de reconfiguración del mapa político de Oriente Próximo ,mediante  los cuales  se permiten controlar reservas de recursos energéticos, rutas comerciales, terrestres y marítimas, y dominar mercados.

Otro elemento que ratifica la posición del profesor Bosch, vienen a ser Los acuerdos secretos de Gran Bretaña y Francia, conocidos como Psykes -Picot (1916), donde se acordó el repartimiento de  los territorios que habían pertenecido al «anciano enfermo de Europa», el imperio turco otomano. La famosa enfermedad que en geopolítica viene a ser la ubicación geográfica, vuelve a imponerse en los imperativos geoestratégicos de las potencias que determina el curso de los acontecimientos políticos y económicos que fraguan el futuro de los pueblos.

La historia del holocausto, la locura del genocidio contra el pueblo judío requieren que se establezca una relación con las injusticias cometidas en contra del pueblo palestino, la nakba («catástrofe» o «desastre», indica en árabe el éxodo palestino, aconteció el 15 de mayo de 1948),  para despojar el conflicto de halos de hipocresía, y ponerle término a la orgía de sangre cenizas que desde 1948 ha venido  afectando a los seres humanos  más frágiles de ambos pueblos. Donde los extremistas, palestinos e israelíes han convertido en prisioneros de su pasión desmedida por el poder y el dinero, no solamente a los judiós y a los palestinos, sino también, a todo ser humano con un mínimo de conciencia crítica, que puede ver como ambos  pueblos son víctimas del antisemitismo y el colonialismo. 

Es obvio que los mayores beneficiarios de un conflicto casi aporético; contradicción insoluble, lo constituyen en la actualidad el complejo tecnológico militar industrial, donde, para citar un ejemplo, , hace grandes ventas de armas, en medio de los momentos más álgidos de conflictos en la zona

Estos negocios de sangre quedan nítidamente definidos por la siguiente frase del poeta T. S. Eliot:  “Sabios mercaderes de la
guerra del Señor”.

La solución a este problema es la aceptación de un Estado Palestino, así como también, el respeto a Israel a vivir en paz, y donde los extremistas palestinos e israelíes, no dan señales de aceptar la coexistencia pacífica del otro. Y sin lugar a dudas, la pasividad de la Comunidad Internacional, ante la indignante, vergonzosa, y cruel orgía de violencia que vive esta especial zona del planeta. 

Coyuntura histórica que nos muestra (revela)  como futuro: la locura de la violencia, transformada en iracundia colectiva  sustentada por estos intereses  neo coloniales, la   que a su paso, destruye todo, hasta sus promotores, dejando como herencia,   odio  entre  sus pueblos o entre estas dos entidades nacionales, (entidad emocional e individual inducido por la cultura de muerte imperial), que es ajena a su propia  matriz  religiosa,  inducción destructiva que de seguro, seguirá engendrando monstruos, abriendo nuevos cauces al proceso antinatural ,  de la degradación de la especie humana.

Solo señores ¡La convivencia entre ambos pueblos garantizara la Paz para ambos pueblos y sus dirigentes. Habrá consecuentemente que renunciar a la visión apocalíptica de la destrucción de uno y otros, como es su rutina de violencia des hace más de 60 años.

Ambos pueblos en este orden, deberán reconocerse en sus derechos y deberes impuestos por la vecindad geográfica determinada en tiempo y espacio por un mismo territorio

Territoriedad trágica en disputa histórica absurda, entre pueblos hermanos, cuyos orígenes se  remontan casi a la edad del hombre.

Reitero, solo la convivencia y el respeto a la existencia de ambos pueblos,  que es fuente  de  Paz, la haría posible y  garantizaría  que  sus  poblaciones alcanzasen   el equilibrio  que supone para los pueblos el reconocimiento mutuo de sus derechos soberanos.

 Abogamos pues, porque la resolución de este conflicto histórico sea negociado teniendo en cuenta  los   intereses comunes y las diferencias entre ambos pueblos y  cultura, y que no se mantenga el complejo juego de ajedrez de los intereses geopolíticos del planeta, que utiliza a ambos pueblos  como peones .

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