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Conductores chinos prefieren rematar a las personas que atropellan que dejarlas vivas

El pasado mes de abril, un BMW atravesaba el mercado de frutas de Foshan, Guangdong, cuando su conductora atropelló a una niña de dos años. La abuela de la niña comenzó a gritarle al coche para que se detuviese y, en ese momento, el coche dio marcha atrás y volvió a pasar sobre la niña. Después de atropellarla una tercera vez bajó del vehículo y tras pedirle a la abuela de la niña que testificase que el conductor era su marido, le ofreció dinero, según publica el medio digital Slate.

Es solo un ejemplo de tantos casos en los que los conductores chinos matan con frialdad a las personas que han atropellado y que siguen un dicho que ya es popular en China: «Es mejor golpear para matar que golpear y herir». En 2008 un caso se hizo popular en el país. Un conductor llamado Zhao Xio Cheng fue condenado a tan solo tres años de cárcel pese a que un vídeo demostraba cómo había atropellado con alevosía a una mujer de 64 años en hasta tres ocasiones.

En el vídeo se observaba cómo, tras bajarse a comprobar lo ocurrido, volvía a pasar con las ruedas de su coche sobre la cabeza de la mujer. Los casos de «doble golpe» han existido durante décadas. La razón es que si la víctima resulta muerta el autor debe pagar una sola vez pequeñas cantidades que suelen oscilar entre los 25.000 y los 45.000 euros. Sin embargo, en caso de resultar herido con algún tipo de discapacidad, deberá pagar por el cuidado de por vida. Así, Xiao Cheng terminó pagando tan solo 65.000 euros aun habiendo sido grabado.

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