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Peces muertos en Bahía Samaná pone en juicio protección ambiental

Peces muertos en Bahía Samaná pone en juicio protección ambiental
Peces muertos en Bahía Samaná pone en juicio protección ambiental

Santo Domingo RD.- En las últimas semanas, el hallazgo de cientos de peces muertos en la superficie marina de la Bahía de Samaná y otros puntos del país, ha puesto en tela de juicio la protección ambiental que supone el trabajo de las instituciones encargadas de velar por el cuidado del medio ambiente.

En el programa Desclasificado con la periodista Addis Burgos, realizó una investigación sobre los recientes escándalos ambientales.

Las imágenes muestran el inesperado hallazgo de miles de peces muertos en las aguas de Cayo Barahona en Octubre pasado. Se trata de un incontable número de sardinas un pez de aguas profundas.

En el lugar se sentía un insoportable hedor mientras lugareños trataban de encontrar una explicación sobre las muertes masivas de peces en el muelle 5.

Otro acontecimiento similar estremeció la Bahía de Samaná, principal zona de pesca del país. Sus aguas alimentan la acuicultura de Samaná, Sabana de la mar y Miches, donde la mayor producción pesquera de la isla con 1645 embarcaciones pesqueras según Codopesca.

Protección ambiental

El primer encuentro fue con Francisco Morales que ha sido pescador por más de 40 años, su tormenta ahora es la pesca ilegal en la zona.

La pesca ilegal ha abarcado tanto espacio, que las especies no tienen donde refugiarse. Ya que sus entornos están destruidos, lo que desencadena que queden sin oportunidad de reproducirse.

Aunque nos encontramos en medio de una veda el veterano asegura que eso solo existe en papeles.

¿Pero qué tan cierto es lo que dice este frente al tema desesperado pescador? Los informes de los últimos años lo explican muy bien. En 1996, la producción anual era de 18,000 toneladas de frutos del mar, para 2006, 10 años después la producción bajó a 11,104 toneladas un 20%. En tal sentido, 10 años después para el 2016 era de 8,903, en 20 años el mar bajo en un 50% su producción.

La sobre explotación no ha sido el resultado de una pesca pura y simple, sino de la implementación de prácticas ilegales que se llevan las especies y destruyen el suelo en el mar.

Repite un término que en nuestra investigación escuchábamos con frecuencia… la licuadora. Los pescadores han estado desarrollado prácticas ilegales desastrosas. La licuadora es una de las más agresivas, usan una red de tramayo con unas planchas de hierro a los lados que como efecto arrastran el lecho marino. Recogen y aplastan todo lo que se encuentra en el camino, desde peces hasta plantas acuáticas dejando desolado el fondo del mar.

Pese al impacto criminal de las licuadoras en fondo del mar, la práctica se ha convertido en un secreto a voces en esta zona costera.

El fondo se convierte en una especie de desierto dejando kilómetros enteros bajo el mar sin la posibilidad de regenerarse durante generaciones.

En tanto, el hallazgo de un manatí muerto a orillas de la playa arroyo Higüero en Sánchez dejó un rumor público en la zona de que se trató de la práctica de una licuadora. Pese a que en su informe las autoridades establecen que fue atacado por otro animal. Expertos consultados consideran que la carne del manatí pudo ser aprovechada por otro animal luego que ya estaba muerto

Las confesiones del pescador suman más información a nuestra búsqueda sobre otros métodos de pesca ilegal.

Identifican un área de buen movimiento de peces y según cuenta encierran la zona con un chinchorro.

Cada grupo de pescadores en la bahía de Samaná unos oriundos de Sánchez, otros de Sabana de la Mar o Miches. Compiten con prácticas cada vez más criminales y una que se produce frente a las mismas autoridades es la violación de la ley. Con el uso de mayas de tan pequeño grosor que van capturando a las pequeñas crías.

Se trata de chinchorros contrarios a las especificaciones de ley de pesca, pero se permite su importación y comercialización. Según la ley No. 307-04 es ilegal el uso de chinchorros y redes de arrastre en las desembocaduras de ríos. También estuarios, bahías, praderas marinas y en las zonas de arrecifes.

La invasión de pesca ilegal ha disminuido la producción del mar y las orillas de la playa en Sánchez lucen con las pequeñas embarcaciones de pesca paralizadas en la medida en que desaparece el sustento de un pueblo eminentemente pesquero y ahora cada vez se mas desolado.

Desde la otra cara de la bahía el presidente de la Asociación de Pescadores de Miches sorprende con sus declaraciones. Denuncia que una furiosa migración de pescadores mantiene la zona en zozobra.

Los grupos de pescadores se culpan unos a otros mientras el desorden se mantiene. Han estado destruyendo los bancos de peces, cangrejos y manatíes que afloran en las inmediaciones.

Explican sobre otro abusivo método en el que pescadores arrojan a la profundidad veneno que basta sea hasta del tamaño de un pote de compota. Los pescados de todo el entorno mueren y el pescador se lanza con equipos de buceo a recogerlos. Naturalmente esos tóxicos terminan afectando a quien come esos pescados pero es imposible identificar cuando una especie murió por envenenamiento.

Tras sondear voces autorizadas en la zona acusan a la marina y a Codopesca de no hacer esfuerzos suficientes para frenar la pesca ilegal.

A través del decreto 418-21 desde el 1 de Julio del 2021 se declaró una veda de dos años de las especies. Loro, jabón, cotorra, butu y seis especies más menos conocidas. El decreto también prohíbe el uso de compresores de buceo para pesca de noche o de día.

Aunque algunos le juzgan de tomar armas para su propio ejército. Evangelista apoya totalmente veda y piensa que Codopesca y Medio Ambiente deben tomar medidas más agresivas o las ballenas jorobadas se alejaran de la bahía.

Actualmente 1,200 personas viven directa o indirectamente de la pesca en Miches. Lo que considera es un número que bien puede manejar el gobierno para asumir un plan mientras se recupera el ecosistema marino.

Comercio de peces

Sin embargo, pequeñas pescaderías son el gran comercio en los pueblos de Sánchez, Miches, Sabana de la Mar y Gina. Teniendo el mar como su principal fuente de ingresos.

El país cuenta con 17 provincias pesqueras sin embargo las prácticas ilegales están creando una especie de desierto en el mar caribe. Cuya sostenibilidad se encuentra en grave peligro.

Un veterano capitán de 30 años de experiencia, cuenta que los moluscos, caracoles, estrellas de mar y pez loro.  Son capturados pese a la veda lo que interrumpe la reproducción marina y en consecuencia deja gran incertidumbre sobre el futuro de estas especies.

En el país se mantienen temporadas de veda que deben ser cumplidas cada año. Desde el 1 de marzo al 30 de junio está prohibida la captura de langostas y cangrejos. Del 1 de junio al 31 de Octubre hay veda de lambí, la pesca de tiburones y peces loro o cotorra está prohibida de manera permanente. Pero esta última es una de las especies más buscadas en las pescaderías informales lo que hace muy tentativa la violación.

Hablar de pesca ilegal nos remonta a otra costa a 483 kilómetros de la bahía de Samaná. Hablamos de Pedernales donde la pesca ilegal en un 90% de los casos se atribuye a haitianos que cruzan la frontera en pequeñas embarcaciones.

La práctica se repite de manera agresiva inclusive dentro del Parque Nacional Jaragua.  Los haitianos que ya se encuentran en violación a la ley al pescar en territorio dominicano han destrozado el fondo del mar. Esto con prácticas de chinchorros de arrastre y redes de pesca de menos de 4 centímetros que se llevan hasta las más pequeñas especies.  Esa misma situación se repite en Montecristi, en la bahía de Manzanillo donde los límites entre ambos países son un imaginario permanentemente desafiado.

Más contenido por Redacción CDN

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