Santo Domingo RD.– Los feligreses de la iglesia católica han dejado de ir a los actos religiosos debido a la ola de delincuencia y criminalidad, incluso los horarios de las misas han sido reprogramado y en algunos casos los sacerdotes han pedido vigilancia policial en las parroquias.
La Policía Nacional relanzó recientemente el patrullaje para tratar de reducir la delincuencia y la criminalidad, pero a pocos de tomar la medida robos, crímenes y atracos siguen igual.
Incluso las iglesias católicas han tenido que cambiar los horarios de los actos eucarísticos y en algunos casos hasta solicitar seguridad dentro del templo.
Los fervientes devotos de la cristiana incluso han dejado de ir a las parroquias para evitar ser una víctima más.
Los feligreses que valientemente acuden a la iglesia mantienen la fe en que cambie la situación.
Esta realidad no es exclusiva de los católicos, tampoco escapan los evangélicos, adventista, y testigo de Jehová que también son presas de los delincuentes.