Santo Domingo, RD.- La obesidad puede afectar a tal grado al ser humano que, además de las enfermedades colaterales que pueda acarrear, hace que muchos de sientan excluidos de la sociedad. Ese es el caso de Génesis Batista Serrata.
Quien compite por la bariátrica de «Pierde peso, gana vida» para recuperar su confianza y evitar otras enfermedades a tiempo.
Batista Serrata es una joven de 26 años que vive en el hermoso pueblo de Tireo, incrustado en las imponentes colinas de Constanza.
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Cultivos de hortalizas, vegetales y frutas bordean el hogar que comparte con su esposo, agricultor, y su hija de un año.
Sin embargo, toda esa belleza parece estar prohibida para Génesis, la obesidad la ha atacado desde niña cual neblina que no la deja ver más allá.
“Me siento excluida de la sociedad, me da vergüenza salir”, manifestó al hablar del bullying que sufre desde niña.
Afirmó que por eso sale poco y sólo comparte con familiares que viven en las proximidades.
Al ser preguntada ¿Qué haces para divertirte?, su respuesta fue “nada, ver tele”.
A pesar de poseer una vasta preparación técnico-profesional, no logra conseguir empleo y lo atribuye a su condición.
Dice cursos que tiene y los intentos buscando trabajo.
A lo que ha tenido que enfrentarse Génesis Batista
Además de la batalla emocional, con un peso de 246 libras, Génesis debe enfrentarse a las tareas de cada día con mayor esfuerzo que los demás; levantar los juguetes o simplemente colocarse los zapatos se convierten en odiseas.
Cuenta que antes de la llegada de su hija logró bajar 100 libras, pero volver a intentarlo se ha hecho en extremo difícil.
Conforme avanza en su etapa adulta también se agrega el temor de las enfermedades hereditarias.
Para génesis el concurso «pierde peso, gana vida» significa la oportunidad de recuperar su confianza, evitar otros males y reintegrarse a la sociedad.
Por: Karelyn Cuevas
