Gatón hizo sus planteamientos en la conferencia titulada «Implicaciones geopolíticas de la Tecnología 5G.
Santo Domingo, RD.- El académico y pensador geopolítico Iván Ernesto Gatón afirmó que la revolución digital es el nuevo escenario donde se producen las disputas geopolíticas, económicas, sociales y culturales del mundo actual, y aseguró que la influencia occidental está siendo desplazada por el gran surgimiento de China Popular.
Gatón hizo sus planteamientos en la conferencia titulada «Implicaciones geopolíticas de la Tecnología 5G», pronunciada por él en la Biblioteca Nacional «Pedro Henríquez Ureña», la cual está dirigida por el escritor Rafael Peralta Romero, con motivo de los 50 años de esa institución cultural.
Su disertación tuvo lugar, específicamente, en el Salón Aída Cartagena Portalatín, en el cual se completó el aforo, con la participación de personas por la plataforma Facelive.
Allí, el experto habló de un «nuevo colonialismo» y de un «nuevo poshumanismo» que se están produciendo por la irrupción de la tecnología 5G y el «capitalismo de la vigilancia».
«Evidentemente, como expresa la periodista y politóloga Natalia Suazo, en un mundo que en vez de desplegar ejércitos lo que suma poder son los “Me gusta” y que en vez de trasladar sacerdotes y predicadores se nutre del capitalismo del “Like”, -en palabras del filósofo surcoreano Byung Chul Han-, la religión más poderosa de una época en la que nos creemos libres, mientras cedemos voluntariamente cada dato de nuestra vida, nos ha conducido a un nuevo colonialismo», expresó.
Gatón observó que el mundo está asistiendo a una nueva era de la humanidad, en la cual «se está hablando de posthumanismo y el ciberespacio es la máxima expresión de una nueva era que podemos denominar el capitalismo de la vigilancia».
«Ante esta nueva etapa de la civilización humana, en la que podemos referirnos a una era post-occidental (cinco siglos de hegemonía de la península de la isla mundo, que es Europa), podríamos señalar que la red 5G, dominada por el “reino del centro”, es una incontrovertible señal de los nuevos tiempos en los que el mundo occidental podría ser desplazado en su hegemonía por la ventaja tecnológica que abarca el internet de las cosas, incluyendo a ese objeto ya cosificado como cibernauta», apuntó.
El empuje chino
Gatón señaló que después de hablar con el creador de Huawei en 1994, el Gobierno chino asumió las telecomunicaciones como un aspecto clave de seguridad nacional, y esto disparó el temor de Estados Unidos ante el empuje tecnológico del «Gigante asiático».
Asimismo, destacó que esa red es la quinta generación de tecnología móvil: la primera red (1G) solo permitía hablar; la 2G aportaba mensajes de texto; la conexión 3G hizo de los teléfonos móviles unas imprescindibles herramientas de trabajo; más tarde, la 4G y su banda ancha permitieron la reproducción de vídeos. Ahora, el 5G aporta una gran velocidad de descarga latencia y el advenimiento del Internet de las cosas, “donde un mayor número de aparatos estarán conectados e interconectados, incluyendo automóviles, robots para operaciones, naves espaciales, drones”, entre otros.
Advirtió que detrás de esa poderosa tecnología se esconden propósitos de ultravigilancia y lucro, apuntando al establecimiento de la sociedad orwelliana.
«Los aparatos de telecomunicaciones tienen acceso a informaciones privilegiadas que, bajo la Ley Nacional de Inteligencia establecida por Pekín en 2017, y junto a la exigencia a las empresas y a los ciudadanos para que colaboren con las autoridades gubernamentales, producen el temor de que, al igual que en Estados Unidos, la alianza del sector de las tecnologías y el ejército otorgarían a China el imperio de la vigilancia», manifestó.
«Sin lugar a dudas, el capitalismo de la vigilancia, a través de las informaciones dispuestas en las redes facilitadas gratuitamente por los usuarios, permitirá a las empresas GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple), a través de los algoritmos y los big data, no solamente obtener grandes beneficios económicos, sino también una mayor y decisiva influencia en la economía y la política en el mundo», añadió.
El lucro
Según Gatón, en su incidencia en la red 5G, Huawei y ZTE (propiedad del Estado chino) no solo son vistas en el ámbito de la dominación por parte de China del mundo de la telefonía, sino también como un enfrentamiento económico (sería un negocio tres veces mayor que el del petróleo). Estados Unidos se ha quedado atrás y en Europa, solamente Nokia y Ericsson se acercan más a los chinos.
Señaló que bajo la administración Trump, Estados Unidos inició fuertes presiones a sus países aliados para que no aceptaran a los chinos en sus operadores de telefonía móvil, y llegaron a denominar a la empresa Huawei con el apodo de ‘El Espía’.
También resaltó que la Unión Europea abordó la 5G en términos de seguridad nacional, pero como este abordamiento tiene una perspectiva en la que los Estados miembros son soberanos, no se llegó a definir una política común. Eso significó una fragmentación: Estados Unidos por un lado, y la Unión Europea por otro, con el reinado de China.
La red 5G, entre la tecnología y la seguridad nacional
Según el veterano diplomático español Fidel Sendagorta, las redes 5G se han convertido en un campo de batalla.
«Sin lugar a dudas, la aplicación de la red 5G permitirá una profundización de la visión panóptica de esa sociedad que preconizara George Orwell, en su novela 1984; la sociedad orwelliana no será la de Joseph Stalin en la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), sino que llegó para quedarse en la sociedad capitalista», dijo Gatón.
«El 5G -sigue diciendo- no es simplemente una versión más rápida que el 4G en lo relativo a los datos, pues su capacidad y la ultralatencia harán de estas redes la base de las tecnologías más avanzadas, desde electrodomésticos, vehículos autónomos, ciudades inteligentes, fábricas automatizadas y su amplio uso en inteligencia artificial», agregó.
Ruta de la seda digital
El experto puntualizó que, en 2013, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información, la Comisión para el Desarrollo Nacional y la Reforma y el Ministerio de Ciencia y Tecnología crearon una alianza entre las empresas y el Gobierno chino, a los fines de adelantarse en la instalación de estas redes, llevar ventaja a sus potenciales competidores y materializar una expansión global china bajo el paraguas de la ruta de la seda digital.
Dijo que en su libro «Estrategias de Poder», Sendagorta proyecta que el continente euroasiático, en el 2035, si se cumplen las expectativas chinas de la franja y la Ruta de la seda, estará cubierto por redes de Huawei y ZTE.
«La extensión de cables y fibras ópticas por China por toda Eurasia, África, las islas del Pacífico y América Latina comprendería un mercado que sobrepasará los 3.300 millones de personas, que visto en comparación con los 1.100 millones de Europa y América del Norte, tendría serias implicaciones geoeconómicas, aseguraría para las plataformas chinas como Alibaba de comercio digital ese amplio mercado, así como también, el pago mediante la aplicación WeChat en Renminbis», aporta el experto dominicano.
La reacción de Estados Unidos
Gatón indicó que un informe del Congreso de Estados Unidos sobre la red 5G, del año 2012, estableció el tema como una «amenaza» para la seguridad nacional, y llevó a la administración Obama a excluir la participación de empresas chinas en contratos públicos de telecomunicaciones. Ese informe también estableció que «quien se adelante en el despliegue de la tecnología 5G, podría dominar el sector de la información».
«En julio de 2018, se reunieron en Canadá los jefes de inteligencia del grupo de países anglosajones “five eyes” (cinco ojos), para coordinar acciones que les permitieran proteger sus redes de comunicación de la influencia china. Ante sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), los Estados Unidos expresaron su preocupación sobre el efecto que en la seguridad de los países miembros de la alianza podría tener el uso de equipos chinos», expresó.
El disertante observa que en un país tan importante como Alemania, el Ministerio de Relaciones Exteriores y los Servicios de Inteligencia se inclinan por distanciarse de la tecnología china, pero los operadores de telecomunicaciones consideran que no aceptar la tecnología china implicaría un retraso en su aplicación.
«La Unión Europea aprobó recomendaciones para que sus Estados miembros puedan enfrentar los riesgos de seguridad que implica la red 5G. Francia cuenta con una exigente legislación de seguridad y el ejecutivo actual, Emmanuel Macron, se opone a que los operadores de telecomunicaciones manejen temas de seguridad que corresponden al Estado. En el Reino Unido, su gobierno autorizó utilizar los equipos de Huawei solo en áreas periféricas en las que no se encuentren involucrados los temas de defensa y seguridad», expresa.
El gobierno de Japón, en el 2018, decidió no utilizar equipos chinos, sin hacer alusión al gigante asiático. En América Latina, la presión de Washington ha sido evidente, teniendo como portavoces al general John Mattis, cuando tuvo a su cargo la Secretaría de Defensa, y a Mike Pompeo, en el Departamento de Estado.
