La agropecuaria dominicana ocupa un lugar primordial en la estructura productiva y en la lucha contra el hambre y la pobreza.
Santo Domingo, RD.- La agropecuaria de la República Dominicana ha sido golpeada durante 46 años por distintas plagas y virus que han diezmado la economía y la producción nacional, pero siempre el país ha logrado recuperarse.
Esos malos momentos se han vivido con la aparición, de la sigatoka negra que atacó los plátanos; la mosca blanca del tabaco, que afectó los vegetales y ornamentales y la mosca de invernadero, que afectó las habichuelas y el tomate industrial.
Pero también al país llegó en su momento el ácaro, que afectó el ajo y el coco, y otras plagas que tocaron muy fuerte los cultivos de berenjenas, de café, aguacate, lechosa, cítricos y la yautía, entre otros.
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En 1979 el país debió eliminar del todo la cría de cerdos por la presencia de la peste porcina africana, un virus que está de visita nuevamente en 2021, con focos que se han detectado ya en once provincias del territorio nacional.
La industria porcina dominicana de hoy es una muy distinta a la que había en 1979 y de mucho mayor nivel y avance. Pero que se haya progresado no elimina del todo la amenaza.
La situación actual recuerda lo vivido en 2008, cuando por la presencia de la influenza aviar en varias trabas de gallos o aves de corral en la provincia La Altagracia se produjo una crisis de mucha mayor dimensión que el simple problema que representaba el inofensivo virus para humanos. Naciones como Haití prohibieron la entrada de pollos y huevos a su territorio, asestando un duro golpe a las exportaciones dominicanas.
El Gobierno y los granjeros tienen la esperanza de que la peste porcina no afecte a la industria y que se mantenga lejos como hasta ahora, de las granjas que operan comercialmente.
Por: Martín Polanco
