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Francia intensifica medidas de seguridad tras ataque en Niza

Francia intensifica medidas de seguridad tras ataque en Niza
Francia intensifica medidas de seguridad tras ataque en Niza

NIZA, Francia — En un intento por apaciguar el miedo y las críticas, el gobierno Francia convocó el sábado a miles de policías reservistas para incrementar las medidas de seguridad en todo el país, después de que el grupo Estado Islámico se adjudicó la responsabilidad por el ataque en Niza el Día de la Bastilla que las fuerzas de seguridad no lograron impedir.

Desde la costa de esa ciudad turística hasta la sede de la política francesa en París, se lanzaron duras críticas al gobierno socialista del presidente Francois Hollande, cuestionándole cómo un país que aún está en estado de emergencia tras las masacres previas efectuadas por los extremistas islámicos, pudo permitir que esto sucediera de nuevo.

Después de que fuera reabierta la avenida turística junto al Mar Mediterráneo, los turistas y los habitantes ofrecieron un homenaje a las 84 personas muertas y a los 200 heridos en el ataque del jueves por la noche, su sangre aún visible en el pavimento. El momento solemne sólo se vio interrumpido cuando un par de policías vestidos de civil intentaron pasar a través de la multitud, pero ésta los recibió con airados gritos de «¡vergüenza!». Los agentes se fueron después de breves momentos de tensión.

Hollande sostuvo el sábado una reunión de emergencia sobre la seguridad, y más adelante en el día el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, anunció que convocaría hasta a 12,000 reservistas de la policía adicionales a los más de 120,000 efectivos policiacos y soldados que ya han sido emplazados en todo el país «debido a la amenaza terrorista».

Cazeneuve intentó defender los antecedentes de su fuerza policial, pero sus palabras sonaron huecas. Había hecho afirmaciones similares después de los ataques de enero de 2015 a un mercado kosher en París y a la revista Charlie Hebdo en los que murieron 17 personas, y de nuevo tras los atentados del 13 de noviembre a un concierto de rock, el estadio nacional y cafeterías en los que fallecieron 130 individuos.

El ministro de Defensa, Jean-Yves Le Drian, dijo que una fuerza especial anti terrorista creada después de los atentados de 2015 será ampliada durante el verano, con más emplazamientos afuera de París y más atención a los sitios turísticos y a los eventos con mucho público.

En una carta abierta publicada en la página web del periódico Nice Matin, el presidente del consejo regional, Christian Estrosi —miembro de los republicanos de Francia, de oposición— calificó al liderazgo actual del país de «incapaz». Agregó que él había solicitado que se reforzara la presencia policial en Niza antes de la exhibición de juegos pirotécnicos, pero le dijeron que no había necesidad.

Mientras tanto, la investigación se enfocó en el agresor Mohamed Lahouaiej Bouhlel, un tunecino de 31 años que vivía en Niza desde hace varios años, y si actuó solo al embestir a la multitud con un camión. La policía lo mató a tiros el jueves por la noche, y los testigos que lo vieron dijeron que su aspecto era el de una persona decidida a matar a la mayor cantidad de gente posible.

El grupo Estado Islámico afirmó el sábado que el atacante era uno de sus «soldados», el primer grupo que se adjudica la responsabilidad. No mencionó el nombre de Bouhel, pero el comunicado, que citó a un integrante de seguridad del EI, dijo que él estaba atendiendo las exhortaciones del EI para atacar a ciudadanos de los países que luchan contra los extremistas.

No fue posible determinar de inmediato la veracidad de la afirmación del grupo, pero las autoridades francesas no la desmintieron.

Lo que se conoce públicamente sobre Bouhlel hasta ahora deja entrever que era un hombre enojado, atormentado y en ocasiones violento con poco interés en la versión ultra puritana del islam esgrimida por el grupo. Los vecinos lo describieron como un padre de tres hijos de carácter inestable, mujeriego y propenso al alcohol, que estaba en proceso de divorciarse. Su propio padre, en Túnez, dijo que su hijo no oraba ni ayunaba para el Ramadán, el mes sagrado musulmán.

Pero en una declaración a los reporteros, Cazeneuve insinuó que Bouhlel podría haber adoptado en el último momento un punto de vista más extremista sobre el mundo.

«Parece que se radicalizó con mucha rapidez», afirmó.

Cinco personas están detenidas tras el ataque, informó el sábado la procuraduría en París. Los vecinos le dijeron a The Associated Press que la esposa separada de Bouhlel es una de ellas.

A medida que Francia iniciaba tres días de duelo nacional el sábado, la avenida Promenade des Anglais lenta y dolorosamente fue recuperando su actividad normal. Un monumento conmemorativo improvisado con flores, velas y mensajes fue establecido en un extremo de la vialidad.

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