Para Brasil superar la pobreza debe tener educación de calidad salud
La primera presidenta de Brasil elegida en las urnas y destituida por el Congreso de su país en 2016, aseguró el viernes 31 de enero, en entrevista a El País de España, que no apoyaría una intervención militar en Venezuela, «la denunciaría», sostuvo.
«Yo no apoyaría una intervención militar en Venezuela (…) lo que está en cuestión en Venezuela es el petróleo venezolano», opinó la ex mandataria del gigante de Latinoamérica.
También habló sobre el contexto político y económico actual en Brasil. Rousseff, quien fue torturada por la dictadura, concedió que hay populismo en la izquierda y que en otros tiempos América Latina ha tenido una derecha que no era fascista ni neofascista, como argumentó, es el caso del gobierno de Jair Bolsonaro.
Acusó a esa alianza que incluye sectores del mercado, al cuestionado ministro de Justicia, Sergio Moro, que antes fue el juez que persiguió a Lula Da Silva, los militares o las grandes corporaciones mediáticas, de vender la soberanía de Brasil y entregar el Amazonas a la exploración minera.
Dijo que la «extrema derecha en Brasil está en otra etapa». Explicó que el Partido de Trabajadores, al que pertenecen ella y Lula, ha sido un abanderado de las luchas de las mujeres y las minorías, así como la defensa del Amazonas y la reducción de la deforestación.
Para la expresidenta de Brasil superar la extrema pobreza pasa por educación de calidad, salud y servicios que, a su juicio, están bajo ataque con los actuales gobiernos conservadores.
«El neoliberalismo ha abierto el camino para el populismo de derecha, nunca la izquierda hizo política sin considerar la importancia de los que nada tienen», refirió.
La política brasileña fue una de las invitadas al Hay Festival que se realiza en Cartagena, Colombia. Habló sobre los asuntos en la región, el poder femenino, y llamó «neofascista» a Bolsonaro, actual presidente de Brasil.
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Aseguró al medio colombiano El Espectador que en Brasil «no hay paz, hay silencio». «Es un señor (Bolsonaro), que defiende con mucha fuerza el ideal fascista, el ideario de la extrema derecha.
Rousseff fue la primera mujer presidenta de Brasil. Destituida en 2016 por EL Senado de su país, 61 votos a favor de su salida y 24 en contra terminaron con 13 años de gobiernos del Partido de Trabajadores. Ella heredó el poder el 1 de enero de 2011 de manos de Luiz Inácio Lula da Silva, quien gobernó desde 2003.
Fuente: Globovisión
