ROMA.- El primer ministro italiano Matteo Renzi anunció que presentará el lunes su renuncia tras sufrir una punzante derrota en un referendo sobre reformas constitucionales, mientras un partido populista y otras fuerzas opositoras pidieron la pronta realización de elecciones anticipadas.
«El ‘No’ ha ganado de una manera extraordinaria y categórica», dijo Renzi el domingo a la prensa en Roma alrededor de una hora después del cierre de las urnas.
«Yo perdí y el cargo que se suprime es el mío», afirmó Renzi. «La experiencia de gobierno ha terminado y por la tarde iré al monte Quirinal para entregar mi renuncia» al presidente Sergio Mattarella.
La dirección del populista Movimiento 5 Estrellas, al que encabeza el cómico Beppe Grillo, también se pronunció a favor de que se efectúen comicios adelantados. El movimiento es el principal rival de los demócratas de Renzi y ansía alcanzar el poder nacional por primera vez.
Cuando se habían contado las papeletas de casi la mitad de los centros de votación, el «no» alcanzaba casi 60% y el «sí» 40% para las reformas que según Renzi son vitales para la modernización de Italia.
Como jefe de Estado, Mattarella tiene que decidir si acepta la renuncia. Es previsible que se pida a Renzi permanecer en el cargo cuando menos hasta que pueda aprobarse un proyecto presupuestario antes de fin de mes y dirija un proceso de reforma electoral que duraría meses.
El dirigente opositor Matteo Salvini, de la Liga Norte antiinmigrante, elogió el resultado del referendo y lo describió como una «victoria del pueblo contra las poderosas potencias de tres cuartas partes del mundo».
Muchos habían considerado el referendo como una válvula de escape para el sentimiento populista antisistema que va en aumento en Europa.
Renzi, seguro de él mismo, se había comprometido a finales del año pasado a presentar su renuncia si los electores decían no en el referendo para efectuar cambios a buena parte de la Constitución de 1948.
Ese anuncio tuvo lugar meses antes de que el primer ministro británico David Cameron efectuará el referendo en el que se decidiría la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea. Cameron perdió esa apuesta al ganar el «no».
En Italia, el referendo era obligatorio porque las reformas fueron aprobadas por menos de dos tercios de los legisladores del Parlamento.
Sin embargo, Renzi había aumentado su apuesta y convirtió el referendo en un plebiscito sobre él mismo, al comprometerse a renunciar si los italianos rechazaban las reformas para simplificar el Senado y conferir al gobierno central más poderes a costa de las regiones.
Algunos dirigentes de la oposición comenzaron a exigir la convocatoria de elecciones anticipadas tras la derrota de las reformas propuestas por Renzi.
