Karibu Kenya” (bienvenido a Kenia) será el saludo en swahili que darán los kenianos a Barack Obama, cuando este viernes llegue de visita al país. Este es su tercer viaje a la nación africana, pero el primero que hará como presidente de Estados Unidos.
Los kenianos lo consideran un regreso al hogar ancestral, aunque Obama, que ha escrito con emoción sobre sus raíces kenianas, tal vez no tendrá mucho tiempo para explorarlas, esta vez rodeado por deberes protocolares y la estructura de seguridad de la presidencia.
Obama, considerado por muchos el hombre más poderoso del mundo, viajará acompañado de una delegación de 700 personas, entre asesores, agentes de los servicios secretos, guías de perros para controles de explosivos y hasta cocineros de la Casa Blanca.
Para su breve visita también llevará su limusina Cadillac, bautizada “The Beast”, y varios otros vehículos oficiales. El miedo a que se produzcan atentados terroristas le hará desplazarse por Nairobi, la capital, como si viajara en un tanque, lejos de la vista de los curiosos.
Obama hablará en una reunión internacional de empresarios y conversará con el presidente keniano Uhuru Kenyatta, quien ha dicho que el comercio y la seguridad serán temas claves.
Más allá de su agenda oficial, la primera visita que hará como presidente a la patria de su padre le ofrecerá numerosas historias familiares que recordar.
El padre del mandatario, Barack Obama Senior, regresó a Kenia solo 2 años después de que Barack naciera en Hawai en 1961, por lo que el pequeño creó una imagen de su progenitor a partir de lo que le contaron. Solo a la edad de 10 años y durante un mes pudo conocer más a fondo a aquel hombre, que murió en un accidente de automóvil en 1982. “Mi padre seguía siendo un mito para mí”, escribió el propio Obama sobre aquella época. África le rondaba entonces en la cabeza como un gran desconocido, como confiesa en su libro “Un sueño americano: la historia de mi familia”.
Los restos mortales de Obama padre descansan en su pueblo natal Kogelo, en el oeste del país africano, tras haber vivido años llenos de emociones que lo llevaron a pasar por la Universidad de Harvard, a tener desavenencias con el expresidente Jomo Kenyatta y a tres matrimonios de los que nacieron al menos 5 hijos.
En la visita, planeada al detalle, el mandatario visitará a su abuela Sarah Obama, matriarca de la familia, de 94 años, quien anunció que cocinará para su nieto “todo tipo de platos tradicionales”, a base de pescado, pollo y maíz.
“No importa si Barack es senador o presidente, -declaró- comerá lo que yo le haya preparado”.
Oportunidad para el comercio. Barack Obama solo ha visitado Kenia un par de veces, pero para la población local de Kogelo, él es de allí. Y llegue o no el presidente hasta el pueblo –parte de su programa es aún reservado–, Hoseo Owuor aprovechará la visita.
“Obama es una marca”, dice Hoseo, vendedor de camisetas en el centro de Kisumu, tercera ciudad keniata situada al borde del lago Victoria. Para él, la llegada de Obama a Kenia “es un negocio”.
Normalmente este hombre de 30 años vende ropa de segunda mano o gafas made in China. Para esta ocasión, él hizo un pedido de 400 camisetas con el retrato sonriente del presidente de EE.UU. (I)
