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Un enérgico debate demócrata se centró en la lucha contra el Estado Islámico

En un nuevo encuentro en vistas a las elecciones en la búsqueda de ir por el sillón de la Casa Blanca, la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton, el senador por Vermont, Bernie Sanders, y el ex gobernador de Maryland, Martin O’Malley, expresaron, por más de dos horas, algunos de los ejes principales de sus campañas y tuvieron duros cruces en varios momentos de la noche.

En el inicio, del último debate del 2015, el precandidato Sanders se disculpó con Clinton y con sus propios seguidores por el robo, por parte de uno de sus auxiliares técnicos, de informaciones reservadas de la campaña de la ex secretaria de Estado.

«Me disculpo con la secretaria Clinton y con la gente que me apoya. No es el tipo de campaña que queremos», dijo el senador norteamericano.

Por su parte, Hillary aceptó la disculpa, y llamó a los ciudadanos y a los medios de comunicación a «dejar el asunto atrás y seguir adelante».

La lucha contra el movimiento yihadista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y la participación de Estados Unidos en la crisis en Siria, fueron dos de las temáticas en las que hubo un mayor grado de confrontación entre los precandidatos, aunque en varios puntos se mostraron en concordancia.

«No quiero que nos perpetuemos en una guerra constante en Medio Oriente», dijo Sanders, quien aseguró que no cree en las «acciones unilaterales» norteamericanas. «Estados Unidos no puede ser siempre la policía del mundo», añadió.

En respuesta a sus palabras, Hillary Clinton detalló que «lo que sucede en Siria e Irak es por las fallas en la región», por eso hay una «resurrección» del terrorismo. En ese sentido, aclaró que «ISIS quiere tropas americanas en Medio Oriente» para poder atacar a directamente a los estadounidenses.

Mientras que el ex gobernador Martin O’Malley reconoció que «tenemos que tener nuevas alianzas para poder superar esto. Tenemos que enfocarnos en derrotar a ISIS».

«Assad no atacó a Estados Unidos», le dijo Sanders a Clinton cuando se debatía sobre si Estados Unidos debía involucrarse en la situación política en Siria.

«Assad mató a más de 250.000 sirios, y el problema en el que estamos es él», le contestó la ex secretaria de Estado. «Necesitamos a los sacar a Assad y a ISIS al mismo tiempo», dijo.

«Tiene que haber un proceso político, pero no podemos ser nosotros quienes digamos si Assad se tiene que ir», señaló O’Malley.

A pesar de las diferencias, Sanders llamó a Assad un «dictador terrible», mientras que la ex primera dama dijo que es un «déspota con sangre estadounidense en sus manos».

Las declaraciones del precandidato republicano Donald Trump también fueron uno de los focos de la noche en New Hampshire.

«Trump se ha convertido en el reclutador número uno para ISIS, ellos le muestran a la gente los videos de Donald Trump insultando al islam y a los musulmanes para poder reclutar más yihadistas radicales», asestó Clinton.

Mientras que Sanders lo criticó también por su idea de construir un muro para separarse de los mexicanos: «La gente mira a su alrededor y ve a Washington, ven que los ricos son cada vez más ricos y ellos cada vez más pobres. ¿Qué harán por nuestros hijos? Entonces alguien como Trump aparece asegurando que tiene las respuestas, que todos los mexicanos son criminales y violadores, y que debemos odiar a los mexicanos, ellos son el enemigo, y que debemos odiar a los musulmanes porque son todos terroristas».

«¿Entonces qué les digo a las personas que apoyan a Donald Trump? Entiendan que él piensa que un salario mínimo bajo en los Estados Unidos es una buena idea, él piensa que los salarios bajos son una buena idea», recalcó el senador norteamericano.

Martin O’Malley intentó separarse de Hillary Clinton y a Bernie Sanders a quienes atacó por «hacer muy poco» para fortalecer las leyes de control de armas.

El ex gobernador interrumpió a los moderadores del debate y aseguró que la falta de avances en el control del armamento entre la población se debe al «enfoque político oscilante en Washington» representado por Clinton y Sanders.

«Cálmate un poco Martin», le pidió el senador, mientras que la ex secretaria de Estado lo llamó a decir «la verdad».

A pesar de encabezar las encuestas, en las redes sociales quien lideró fue Bernie Sanders superando a sus rivales tanto en Facebook como en Twitter.

Otro de los momentos claves de la noche fue cuando Hillary Clinton dijo que «todo el mundo debería» quererla, incluidos los empresarios estadounidenses.

La precandidata enfrentó críticas por sus vínculos cercanos con Wall Street y por el dinero que ha recaudado del sector de servicios financieros. Sin embargo, aclaró que quiere llegar a la Casa Blanca para ayudar a «los que pasan apuros, los que se esfuerzan y los exitosos».

Dice que quiere que los ricos paguen tasas fiscales más altas, pero también busca trabajar con el sector privado para crear empleos.

Al consultarle a Bernie Sanders si los empresarios estadounidenses lo querrán a él, fue claro: «No, creo que no lo harán. No me van a querer, y Wall Street me va a querer aún menos».

Uno de los hechos más curiosos de la noche fue la «llegada tarde» de Clinton luego de una pausa, y al volver a su atril se disculpó.

Con respecto a la ley de seguro médico impulsada por el presidente Barack Obama, Hillary defendió los «éxitos» y dijo que buscará resolver las «fallas».

En ese sentido, aclaró que los precios de los medicamentos con receta se han ido «hasta el cielo» y que los servicios médicos privados y los intercambios de seguros operados por el gobierno deberían ser mejor regulados «para que no seamos engañados».

Por su parte, Bernie Sanders señaló que él presionaría por un sistema de servicio médico de un pago único que él mismo financiaría con nuevos impuestos.

Otro de los tópicos que se trataron en el debate fue la muerte de ciudadanos afroamericanos a manos de la policía. En ese sentido, Sanders criticó a los uniformados que disparan a personas desarmadas, mientras que Clinton aseguró que Estados Unidos tiene un racismo sistémico e injusticia, especialmente en el sistema judicial.

«Tenemos que reformar nuestro sistema de seguridad interno para evitar más tragedias de muertes a manos de la policía», aclaró la ex primera dama.

Finalmente, al hacer referencia a las drogas, el ex gobernador de Maryland, Martin O’Malley, instó a «invertir en nuestro sistema estatal para evitar que la epidemia de adicción a la heroína siga aumentado».

Sanders, por su parte, dijo que en caso de ser electo quitaría «la marihuana de los delitos criminales» ya que «las adicciones son una enfermedad no un acto criminal».

Mientras que Clinton aclaró que «la cárcel no es un substituto para tratar la adicción a las drogas, ni para problemas de salud mental».

El último gran momento del debate fue el cierre que tuvo la ex secretaria de Estado, quien al culminar su mensaje de clausura del encuentro tomó una frase de la reconocida seria de películas La Guerra de las Galaxias y dijo: «Gracias, buenas noches y que la fuerza esté con ustedes».

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