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Una modelo con Síndrome de Down que inspira a los que luchan por la inclusión

SANTIAGO.- Ser modelo, caminar en las pasarelas de la New York Fashion Week, o protagonizar una sesión de fotos como una hermosa novia; nada ha sido imposible para Madeline Stuart, una joven australiana para quien haber nacido con Síndrome de Down es una bendición y no una desventaja.

Creció con sobrepeso, como parte de las complicaciones propias de su trastorno genético, pero ella quería ser como el resto de sus amigos y poder jugar y correr, así que, ayudada por su madre, en dos semanas logró cambiar sus hábitos alimenticios, y apunta de natación y deporte, mejoró su estado físico y su salud.

Su fuerza de voluntad comenzada a mostrar que era imparable, así que, ¿por qué no proponerse un objetivo aún mayor? Madeline se propuso ser modelo. “Quiero que la gente deje de decir ‘lo siento’, cuando les digo que mi hija tiene Síndrome de Down”, comentaba Rossane, la madre de Madeline el año 2015, cuando su rostro comenzaba a hacerse conocido por aparecer en catálogos de ropa de una marca australiana, que abogaba por la inclusión de distintos tipos de modelos para vestir sus prendas.

Cuatro meses después, la joven de entonces 18 años era ovacionada por los asistentes del desfile de la firma italiana la marca italiana FTL Moda, la que tuvo como protagonista de su show en el New York Fashion Week a la mismísima Madeline. La australiana, hoy de 19 años, se convertía así –después de Jamie Brewer- en la segunda modelo con Síndrome de Down en participar de uno de los encuentros más importantes de moda a nivel mundial. (Mira las fotos del desfile de Stuart para el NYFW aquí).

En pleno 2016 y con una carrera ya sólida como maniquí, esta australiana ha sido nuevamente foco de los medios, tras protagonizar una sesión de fotos como novia, para un centro de eventos en Virginia del Norte, llamado Rixey Manor.

La idea, según explicó la dueña del lugar, Isadora Martin-Dye, era promocionar el recinto, mostrando que no todas los matrimonios que se hacían ahí tenían que ser iguales. Por su parte, la fotógrafa de las imágenes, Sarah Houston, ha sido felicitada por captar el encanto de Madeline, una joven para la que nada es imposible.

Fuente: Emol.com

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