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Hospital de muñecas: 190 años dando nueva vida a juguetes en Portugal

Hospital de muñecas: 190 años dando nueva vida a juguetes en Portugal
Hospital de muñecas: 190 años dando nueva vida a juguetes en Portugal

El Hospital de Muñecas de Lisboa lleva casi dos siglos curando a pacientes especiales que pasan por el quirófano con la idea de mantener intacto el sentimiento y cariño que profesan sus dueños.

«Es un sitio donde se curan emociones, historias y memorias obtenidas durante la infancia, y donde se traen a veces muñecas muy viejecitas y mimadas a las que intentamos dar segunda vida», cuenta a Efe Manuela Cutileiro, dueña y jefa del equipo de enfermeras del Hospital.

Cabe destacar que este año el hospital cumple 192 años, convirtiéndole en uno de los más antiguos de este género en todo el mundo.

Asimismo reveló los detalles para el diagnóstico y restauración del paciente en función de la antigüedad y de los síntomas.

“Cuando llega el paciente, se abre una ficha para conocer su problema y se examina para elaborar un diagnóstico. Más adelante se le asigna un número de cama donde espera para ser transferido al quirófano”, señaló Cutileiro.

También explicó que entre las múltiples operaciones se encuentran trasplantes de ojos, manos o dedos: «cogemos la pieza más parecida posible y lo arreglamos”. Después de la operación, ya curado y recuperado, se traslada a la sala principal para ser dado de alta junto al resto.

Costo de la cirugía

Manuela dijo que los precios para el procedimiento quirúrgico varían entre cuatro euros para reparaciones más rutinarias, y los cientos de euros para operaciones más complejas.

Los clientes del Hospital consiguen que las Mariquita Pérez tuertas o los G.I. Joe mancos recuperen partes corporales perdidos en algún arrebato juvenil o desgastes por el paso del tiempo.

También se restauran piezas más antiguas, entre ellas muñecas de cartón piedra, bajo cuya piel dañada se aprecian las hojas de periódicos decimononos empleadas para rellenarlas.

Todo depende de las características de cada paciente, no obstante, reciben un trato como un hospital normal. Ya que todos tienen la misma importancia y merecen el mismo grado de cariño y atención, enfatizó.

Es decir, la institución opera como un hospital real: tiene salas de operaciones en las que se trabaja con equipos especiales, e incluso una especie de servicio de donación de órganos.

Del mismo modo cuenta con un equipo médico cualificado, compuesto por seis enfermeras con cursos superiores de restauración y formación especial.

Donación

Cutileiro destacó que por largos años, vecinos realizan donación de juguetes antiguos de los que se quieren deshacer.

“Recibimos donaciones de juguetes viejos, algunos pasan al museo que tenemos en la segunda planta de la tienda. Sin embargo, las piezas de algunos son utilizadas para reparar otros”.

Valor de las muñecas

Si bien el Hospital atiende todo tipo de paciente, “aquí no nos limitamos a juguetes: también nos llegan muchas figuras de porcelana decorativas e imágenes religiosas con cientos de años”, las muñecas españolas dominan.

“Portugal nunca tuvo industria propia: los pocos fabricantes de juguetes que tuvimos aquí eran españoles que se habían instalado aquí tras el estallido de la Guerra Civil, y ellos habían productos muy selectos. Para la gente común lo normal era comprar las muñecas importadas de Valencia y Alicante”.

Cutileiro afirma que, pese a ser fabricadas en masa, las muñecas españolas eran de buenísima calidad, algo que clientes reconocen. “Cuando quieren presumir de una muñeca que nos traen para reparar, nos subrayan que es española, porque en Portugal eso quiere decir que es muy especial”.

También llegan muchas muñecas de cartón piedra adquiridas en Las Palmas de Gran Canarias, un puerto franco en el que los navíos lusos hacían escala cuando emprendían los largos viajes entre Lisboa y las colonias portuguesas en África.

“Son piezas cuya calidad no se compara con una Mariquita Pérez en términos de calidad, pero tiene valor simbólico para quien la posee. Representan un tiempo pasado, de los largos viajes a ultramar, y de las vueltas emotivas de familiares emigrados, quienes volvían a casa cargados de regalos”.

Cutileiro afirma que el peso emotivo de las muñecas le impacta mucho más que la edad o valor monetario de las mismas. “Para algunas personas una muñeca de cartón piedra puede valer muchísimo más que la Mariquita Pérez más cara, pues la memoria que representa es impagable; igualmente, un peluche de carnaval puede ser más importante para un niño que cualquier figura de porcelana del siglo XVIII”.

“Para mí, el juguete más importante no es el más antiguo o valioso, sino el que haya dado más felicidad a un niño.

Si podemos hacer algo para recuperar ese juguete y prolongar esa felicidad, estamos cumpliendo con nuestra misión”.

Historia del Hospital

Manuela Cutileiro, es la quinta generación de la familia que fundó el centro.

La historia se remonta a 1830, cuando una mujer llamada Carlota decidió confeccionar muñecas de trapo mientras vendía hierbas secas en una pequeña tienda.

Ubicada en el mercado de la céntrica plaza de Figueira en Lisboa, actual sede del Hospital de Muñecas.

«Las personas se acostumbraron y como era el sitio donde se encontraba el Hospital de Todos los Santos, destruido por el terremoto de 1755, empezaron a asociarlo al hospital, luego a las muñecas y poco a poco nos fuimos quedando con ese nombre», relata la descendiente de Carlota.

El centro se completa con un museo que cuenta con más de 4.000 muñecas pertenecientes a la familia.

La colección alberga muñecas de todo tipo y talla, desde porcelana del siglo XIV a las alemanas de los años treinta.

También las Mariquita Pérez de los años cuarenta, imágenes religiosas, barbies o peluches recientes.

De este modo se muestra la evolución de las muñecas a lo largo de la historia y la forma de crearlas en cada país.

Es decir, un «reflejo de la sociedad» presente en la calidad de la pintura de las caras, en los cabellos o de los materiales empleados.

A este curioso atractivo turístico de Lisboa llegan curiosos, clientes y niños con excursiones de lcolegios que por una entrada de 3,5 euros aprenden la importancia de estas muñecas en la vida de las personas.

Más contenido por Redacción CDN

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