Por Raúl Germán B.
@RaulGermanB
Santo Domingo, RD.-Los moradores de La Loma del Chivo, un empobrecido y olvidado barrio del municipio Santo Domingo Oeste, viven un verdadero infierno, con su cañada y unos gases tóxicos que amenazan la salud de todos.
Dante no conoció el infierno para describirlo, mucho menos el Purgatorio; pero si hay quienes pueden hablar de eso son los que residen, sobre todo, en la Calle 8 de esta referida barriada.
Calles destruidas, pobreza extrema y hambruna, casas maltrechas sobre toneladas de basura, que se inundan desde que se nubla, y desempleo, son sus principales indicadores, a pesar de que el país estuvo en crecimiento constante por décadas.
Caminar por allí deprime, el aire que se respira es capaz de mandarte al hospital o al cementerio; su gente no vive, languidece.
Esta es la otra cara de la República Dominicana, donde un grupo pequeño puede exhibir millones y los vecinos de aquí escasamente comen una y dos veces al día.
¿Y quién se hará responsable de los problemas que pasan allí?, ¿a quién le importa este drama? Francisco Peña, exalcalde no pudo; José Andújar, actual burgomaestre, comenzó, pero abandonó; la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd) no tiene presupuesto por ahora, y así sigue la lista larga de excusas.
Juan “El Mayor” Burgos, comunitario que reside aquí, explicó: “Ese lugar era una cañada natural, la cual en los años 80, era usada por los cristianos para bautizar, ya que tenía una profundidad de 40 o 50 metros. Era una cañada natural, una pendiente entre dos cuestas. Su dueño, un turco llamado Yapour Dumé, en combinación con el exalcalde del Distrito Nacional, Rafael Corporán de los Santos, trajo toda la basura de Santo Domingo para rellenar el lugar”.
Indicó que, en los años 90, esos terrenos fueron adquiridos por la inmobiliaria “Inmobilia”, la cual urbaniza el lugar, y donde la cañada comenzaba hicieron una especie de círculo y construyeron como nueve imbornales.
“¿Qué sucedió?, que al construir los residenciales Café I y Café II, y el lugar comenzar a habitarse, esas aguas fueron canalizadas para allá, y la cañada desbordó los filtrantes y la canaleta, por eso el nivel de agua comenzó a subir. Con el tiempo, ya para los años 2000, la cañada comenzó a provocar inundaciones, afectando a más de 150 familias, que hoy llegan a más de 350”, comunicó.
Agregó que para el 2006 se comienzan a acumular los desechos y sedimentos. “Francisco Peña decidió volver a sanear la cañada, pero la población seguía creciendo sin control. Ahora, luego de 16 años de reclamos a Francisco y Francis Peña, se decidió comenzar el saneamiento de la cañada, que mide de largo un kilómetro y pico. El actual alcalde, José Andújar, decide hacer una limpieza, que prometió en campaña. La gente vio eso con alegría, que se iba a canalizar la cañada hacia el río, pero el trabajo se detuvo y los pozos se taparon de nuevo, y desde que llueve un poco, esto se convierte en un brazo de mar”, reveló.
Estableció que esa cañada no solo afecta a las familias de las Calle 8 y Respaldo 5, de El Café, sino a todos los que usan esa vía, que es un desahogo del sector de La Loma del Chivo.
“Cuando hay una avería de cualquier camión, en la avenida principal de El Café, esa es la calle de desahogo, que es usada por cientos de vehículos cada día. Ahora que la Alcaldía inició los trabajos, se hizo un movimiento de tierra, que eran más de 400 mil metros cúbicos de desechos, que tenía casi dos décadas bajo la tierra. Al sacar eso, ha generado unos gases tóxicos que enferman. Los trabajos de la Alcaldía se detuvieron por falta de recursos, y el director de la Caasd, Felipe Suberví (Fellito), dice que no tienen recursos para ese proyecto hasta el 2021; así que esas familias sufrían por largo tiempo”, argumentó.
