Un nuevo estudio encontró que la cantidad de estadounidenses que han muerto por problemas relacionados con el alcohol anualmente se duplicó con creces entre 1999 y 2017, El estudio fue publicado el miércoles en la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research.
En concreto, el número anual de muertes relacionadas con el alcohol para personas de 16 años y más se duplicó de 35,9 en 1999 a 72,5 en 2017. Ha baido casi un millón de muertes durante ese período por este motivo.
Mientras que los hombres de mediana edad representaron la mayoría de esas muertes, las mujeres, especialmente las mujeres blancas, se están poniendo al día, encontró el estudio. Eso es preocupante en parte porque los cuerpos de las mujeres tienden a ser más susceptibles a los efectos del alcohol.
«Las mujeres corren un mayor riesgo que los hombres a niveles comparables de exposición al alcohol por enfermedades cardiovasculares relacionadas con el la bebida, ciertos tipos de cáncer, enfermedad hepática relacionada con el alcohol e insuficiencia hepática aguda debido a su consumo excesivo», escribieron los autores del estudio.
«Debido a que las mujeres alcanzan niveles de alcohol en sangre más altos que los hombres de pesos comparables después de consumir la misma cantidad, sus tejidos corporales están expuestos a más alcohol y acetaldehído, un metabolito tóxico del alcohol, después de cada bebida», continuaron los autores. Las pautas gubernamentales recomiendan que las mujeres no tomen más de una bebida alcohólica al día y que los hombres no tengan más de dos.
Los investigadores piensan que este número de muertes es un recuento bajo, porque si bien los certificados de defunción son la mejor manera de rastrear las muertes en los Estados Unidos, los certificados a menudo no logran capturar el papel que juega el alcohol en una muerte. Estudios anteriores han demostrado que solo una de cada seis muertes por conducir en estado de ebriedad se informa realmente como relacionada con el alcohol.
El estudio también encontró que las tasas generales de muertes relacionadas con el alcohol fueron más de cuatro veces mayores entre los adultos de mediana edad y mayores que entre las personas de entre 20 y 30 años.
Además, hubo un aumento en las visitas a la sala de emergencias relacionadas con la bebida entre las personas mayores de 65 años, en gran parte debido a las lesiones causadas por caídas. Beber altera el equilibrio por sí solo, por supuesto, pero también puede interactuar con medicamentos, lo que empeora el problema. Un informe separado publicado el verano pasado descubrió que 1 de cada 10 personas mayores participaba en borracheras.
La gran mayoría de las muertes relacionadas con el alcohol entre adolescentes en el nuevo informe involucraban el consumo agudo de alcohol. La tasa de tales muertes se mantuvo estable para los hombres jóvenes durante el período de tiempo del estudio, pero aumentó entre las mujeres jóvenes.
«Muerte por desesperación»
El doctor Elliot Tapper, profesor asistente de la Universidad de Michigan, cuya área de práctica se centra en la cirrosis y la encefalopatía hepática. y que ha usado los mismos datos trabajando en estudios similares que muestran resultados parecidos, dijo que la nueva investigación es sólida, según publica CNN.
«Cuando varios investigadores llegan a la misma conclusión utilizando diferentes métodos, puedo decirle con certeza que estos resultados son válidos», afirmó el investigador.
Tapper dijo que a lo largo de los años pensó mucho en por qué hay tantas más muertes relacionadas con el alcohol y lo atribuye a tres factores. Primero, que la mayor prevalencia de obesidad, síndrome metabólico y diabetes hacen que un aumento en el consumo de alcohol sea mucho más dañino. «Esto es cierto para las personas que tienen 18 años, al igual que para las personas que tienen 65», aclaró el profesor.
En segundo lugar, dijo, los estudios han demostrado que las personas beben bebidas más fuertes. «Vivo en una ciudad universitaria y veo que los universitarios beben productos que son más dulces, más fáciles de beber y tienen un mayor porcentaje de alcohol», señaló Tapper.
Finalmente, piensa que no es coincidencia que el número de muertes por alcohol se disparara después de la Gran Recesión de 2008, al igual que con otras «muertes por desesperación». «Esto es más especulativo, pero existe cierta fuerza social cultural que está llevando a las personas a beber más», apuntó Tapper. «Eso podría estar relacionado con los cambios en el estado socioeconómico, pero es cierto que estamos viendo que las personas beben más de una vez y hay mucho más consumo excesivo de alcohol, lo que pone a las personas en riesgo».
La buena noticia, dijo, es que las muertes relacionadas con el alcohol son prevenibles y hay opciones de salud pública que podrían reducir estas muertes. Los impuestos más altos sobre el licor pueden frenar el consumo de alcohol. Las salas de conciertos podrían restringir la cantidad de bebidas que alguien podría comprar en un concierto, sugiere, o podría haber niveles más estrictos de alcohol en la sangre para los conductores.
«No creo que beber sea un delito, en absoluto, pero tiene que haber una manera de cambiar la política para reducir el acceso a la cantidad loca de alcohol disponible para las personas en riesgo», dijo Tapper. «Si atrapas a las personas en el momento adecuado y si pueden dejar de beber, esta es una situación prometedora», añadió
«He visto a personas entrar a mi clínica con insuficiencia hepática y luego, después de dejar de beber, y tras un año, parecen un millón de dólares. El hígado puede regenerarse y este es un problema que muchas veces se puede ayudar», concluyó el profesor.
