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Comentario económico: Reforma tributaria sorpresa

La reforma tributaria es un golpe directo a la clase media

Santo Domingo.- El gobierno del presidente Luis Abinader ha descontinuado las visitas sorpresa, pero eso no significa que haya perdido la capacidad de dar una que otra sorpresa a los dominicanos. A finales de la semana pasada lo demostró, enviando al Congreso Nacional una reforma tributaria sorpresa, enclavada en el Proyecto de Ley de Presupuesto General del Estado para el año 2021.

Lamentablemente, esa reforma tributaria es un golpe directo a la clase media, sobre cuyos hombros recaerán los nuevos tributos y contribuciones. Esto es grave, si se toma en consideración que el PIB está decreciendo un 8% y que hace unos días el presidente Abinader anunció que a partir de enero desmontaría el programa FASE, lo cual eleva la probabilidad de que miembros de la clase media sean despedidos y pierdan sus ingresos laborales.

De manera ilegal e inconstitucional, la reforma tributaria sorpresa intenta gravar el salario de Navidad de los dominicanos. Es una pena que ninguno de los miembros de este gobierno participara en las discusiones que culminaron en el Código de Trabajo en 1992. Si hubiesen participado, recordarían que la exención del salario de Navidad es una conquista de los trabajadores dominicanos, alcanzada durante los meses en que se discutía simultáneamente el Código Tributario.

El impuesto de un 3% sobre las operaciones o consumos en moneda extranjera con tarjetas de crédito, débito o transferencias, y el impuesto del 18% sobre los servicios digitales recaerán sobre la clase media, pues los ricos tienen la forma de eludirlo y su peso no es significativo en su consumo total.

El impuesto de un 1% sobre los activos financieros netos de las entidades de intermediación financiera merece una atención especial. El efecto de esa medida será un aumento de la tasa de interés de los préstamos y una reducción de la tasa de interés de los depósitos. Nuevamente, la clase media será la más perjudicada, pues los ricos ahorran y toman préstamos en el extranjero.

Por último, quiero resaltar el hecho de que esa reforma tributaria no se necesita, pues existen otras fuentes de recursos menos traumáticas para la población. Cabe recordar, que los hoy ministros revelaron durante la campaña electoral que se ahorrarían 189 mil millones de pesos al año al eliminar la corrupción. En consecuencia, 42 días de ahorro por ese concepto serán suficientes para compensar los 21,676.4 millones de pesos que se obtendrían con la reforma tributaria sorpresa. Ante esa realidad, le recomiendo al presidente Abinader que la retire del Congreso Nacional.

Por: Jaime Aristy Escuder

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