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Casi 20.000 ancianos fallecidos por coronavirus o con síntomas compatibles: las residencias españolas encabezan la mortalidad en Europa

En punto más negro se ha localizado en la Comunidad de Madrid, donde han muerto el 18 % de los residentes

España.-En España más del 71 % de los fallecidos con coronavirus han sido residentes en geriátricos. En total, 19.549 mayores internos en estos centros han muerto entre marzo (cuando se inició la pandemia en el país) y mayo con covid-19 o síntomas compatibles. Aunque el drama ha sido similar en muchos otros países europeos, ninguno se acerca a las cifras españolas.

Según los últimos datos disponibles, los decesos en residencias de mayores han supuesto el 35 % del total en Alemania, el 50 % en Francia, el 55 % en Bélgica y el 40 % en Portugal.

Quizá el único país con una situación similar a la española sea Italia, según demuestra un informe publicado la semana pasada por el Instituto Superior de Sanidad de ese Estado, aunque los datos son inciertos pues solo cuentan con cifras de menos de la mitad de los centros de mayores del país.

Lo que sí constata el documento italiano, al igual que en el caso español, son las dificultades a las que se enfrentaron para frenar la epidemia en los centros donde se concentraba la población más vulnerable al nuevo virus: falta de sanitarios y de personal en general, falta de material de protección contra el contagio y dificultades para el traslado de estos pacientes a centros hospitalarios, principalmente.

Alarmados desde el principio

En España las alarmas saltaron al inicio de la crisis sanitaria. Cuando todavía no habían pasado diez días desde que se decretara el estado de alarma y el confinamiento de la población, el 23 de marzo, la ministra de Defensa, Margarita Robles, anunció que miembros de las Fuerzas Armadas habían encontrado internos de residencias de ancianos muertos en sus camas.

«El Ejército ha podido ver ancianos, mayores, absolutamente abandonados cuando no muertos en sus camas», sostenía la ministra en una entrevista televisiva en la que avisaba de que se serían «absolutamente implacables y contundentes» en estos casos.

Posteriormente, llegaron las denuncias de trabajadores que alertaban de la falta de cualquier tipo de material de protección contra el contagio: ni guantes, ni gafas, ni mascarillas, ni equipos de protección individual. Los familiares de los residentes en estos centros acusaban la falta de información en un momento en que las visitas estaban prohibidas. Muchos no supieron nada de sus familiares hasta que les comunicaron su defunción. No se habían podido despedir de ellos en vida y tampoco lo harían después, con los velatorios y los funerales restringidos a la mínima expresión por el confinamiento.

Pero la gota que colmó el vaso fue el goteo de informaciones que se ha producido en las últimas semanas, que apuntan a que las autoridades restringieron el acceso de este tipo de pacientes a centros hospitalarios. De entre los mayores de 80 años, solo el 44 % de los pacientes con covid-19 llegaron a pisar un hospital, según el último informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica del Instituto de Salud Carlos III. Una gran parte de los que no lo hicieron eran residentes en geriátricos.

La Comunidad de Madrid en el centro de la polémica

La Comunidad de Madrid ha sido el auténtico punto negro de la situación de los geriátricos en España. En esta región han fallecido el 18,1 % de los residentes en centros de mayores entre marzo y mayo, en total casi 8.000 personas, es decir, casi uno de cada cinco de los usuarios que los centros de este territorio tenían antes de la epidemia de coronavirus. De ellos, solo a 1.203 se les realizó pruebas que confirmaban la infección por covid-19.

Más contenido por Redacción CDN

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