Desde la temporada 2004-2005, el Barça siempre ha estado al menos entre los 16 mejores de la más prestigiosa competición europea, que incluso ganó en tres ocasiones (2006, 2009, 2011).
Los catalanes, primeros del Grupo H (7 puntos) delante del Milan (5 puntos), están en una situación favorable para continuar su serie esta temporada: les vale con ganar el miércoles en el Camp Nou a los italianos.
Para lograrlo, el Barça espera también que aparezca Messi tras cuatro partidos seguidos sin marcar en la liga española. Esta serie, inédita para él en la liga española desde hace más de dos años, se vio solo entrecortada por el tanto del empate hace quince días en Milán en Liga de Campeones (1-1).
«Físicamente, no estoy todavía al 100%, pero estoy seguro de que con el ritmo de los partidos recuperaré el ritmo», escribió el sábado el jugador en la red social social china Weibo tras la lesión en una pierna que le tuvo alejado de los terrenos durante dos semanas a principios de octubre.
«Leo es un jugador ambicioso, que quiere siempre marcar muchos goles. Lo veo muy tranquilo, se entrena con muchas ganas», afirmó su compañero Pedro el lunes en rueda de prensa.
Un Milan en regresión
Por parte del Milan, esperan que Messi siga en crisis al menos un partido más, ya que el equipo que acude a Barcelona es tal vez el peor de la era Silvio Berlusconi, iniciada en 1986.
La situación es «la más difícil desde mi llegada», admitió Massimiliano Allegri tras el partido perdido contra la Fiorentina (2-0) el pasado fin de semana.
Esta derrota hizo mal al Milan, ya que el equipo de Allegri parece haber ido hacia atrás en el juego. La defensa sigue siendo catastrófica y el centro del campo es trabajador pero sin genio. Lo peor es el declive ofensivo, único sector que se resistía hasta ahora a la crisis. El brasileño Kaká sigue siendo un buen jugador, pero no ha mostrado el nivel de sun Balón de Oro de 2007.
En cuanto a Mario Balotelli, no para de acumular tarjetas amarillas (9 en 12 partidos desde el inicio de la temporada) en lugar de marcar goles (5).
Allegri no está todavía directamente amenazado. Por una parte, el Milan no tiene solución de recambio y por otra el club se resiste a despedir a un entrenador cuando el equipo está todavía en carrera en su competición preferida, la Liga de Campeones, ganada cinco veces con Berlusconi (1989, 1990, 1994, 2003 y 2007).
La suerte de los «Rossoneri» no debería jugarse en el partido del miercoles: con cinco puntos, dispone todavía de un margen de maniobra con respecto al Celtic de Glasgow (3 puntos) y al Ajax de Amsterdam (1 punto).
Pero una derrota humillante en el Camp Nou, como el 4-0 del año pasado en octavos de final, podría cambiar las cosas, sobre todo si Messi se despierta y tiene un día bueno.
