Al menos 112 vuelos cancelados y 18.000 pasajeros afectados
Miles de viajeros se verán afectados el sábado y domingo por dos huelgas en el aeropuerto internacional de Barcelona, la del personal de tierra de Iberia y la que mantiene por tiempo indefinido los vigilantes de seguridad, en plena temporada de vacaciones en Europa.
La compañía Vueling, la aerolínea con más actividad en el aeropuerto, ha cancelado hasta ahora 112 salidas programadas este fin de semana, con 18.000 pasajeros perjudicados, aunque les ofreció la devolución del dinero de los billetes o un cambio de fechas para volar.
De estos 112 vuelos, 46 estaban previstos para el sábado y 66 para el domingo.
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El jueves fracasó la reunión de mediación entre la dirección y el comité de Iberia Airport Services, filial de Iberia, así que los trabajadores de la empresa repetirán los paros, que a finales de julio ya causaron anulaciones y retrasos de vuelos.
El máximo representante de los trabajadores, José Antonio Ramírez, explicó este viernes a Efe que no está previsto ningún tipo de conversación con la dirección de la empresa que pueda desbloquear el conflicto en el último momento. «Vamos a la huelga y no habrá nuevas reuniones hasta la semana que viene», apuntó.
El aeropuerto de Barcelona tenía previstas unas mil operaciones tanto el sábado como el domingo, con una oferta máxima de plazas del entorno de las 200.000 cada día entre vuelos nacionales e internacionales, según fuentes aeroportuarias.
La plantilla de Iberia en Barcelona, integrada por unos 2.700 trabajadores, reclama a la empresa la conversión en fijos de los contratos temporales, que representan el 50 % del total, y piden nuevas contrataciones para solucionar el exceso de carga de trabajo.
Los servicios mínimos decretados por el Gobierno español para las jornadas de huelga son del 100 % de los vuelos a territorios insulares españoles, el 53 % de los internacionales y el 32 % de los vuelos en el territorio español peninsular que tengan una alternativa de transporte inferior a 5 horas.
Además, el aeropuerto catalán vive desde el pasado 9 de agosto una huelga indefinida convocada por los vigilantes de los controles de seguridad, de la empresa Trablisa, aunque no está causando problemas porque los servicios mínimos obligatorios son del 90 %.
Los vigilantes reclaman mejoras salariales y laborales que la compañía rechaza con el argumento de que se está cumpliendo de manera estricta el convenio colectivo y el laudo arbitral de 2017, con el que se cerró la huelga que llevaron a cabo hace dos veranos.
EFE
