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NBA: Kawhi Leonard el MVP que renació en Canadá

Kawhi es el nuevo ídolo de un país que consiguió el primer anillo de su historia

Ocho años después de haber sido elegido en silencio con la 15º posición del Draft, Kawhi Leonard se sentó en el trono del Rey del Norte: lideró a Toronto Raptors hacia el primer título NBA de su historia, consiguió el segundo de su carrera y además fue galardonado nuevamente con el premio a MVP de las Finales después del triunfo frente a Golden State Warriors por 4-2. The Klaw fue el hombre, ahora convertido en monarca, que interrumpió la dinastía de los Warriors.

Fue la redención de Leonard, cuestionado después de su temporada 2017-2018: disputó apenas nueve partidos y protagonizó una novela interminable con la gerencia de San Antonio Spurs que desembocó en su traspaso a Toronto Raptors. The Klaw, asesorado por su tío, empezó a presionar a la dirigencia de la franquicia texana para consultar a diferentes médicos para tener otras opiniones respecto a su lesión.

La batalla terminó con Kawhi fuera de la cancha hasta esta campaña. San Antonio, que desde que se constituyó en una de las fuerzas dominantes de la NBA no habían tenido inconvenientes puertas adentro, decidió deshacerse de él ante el pedido de la estrella transformado en villano de ser transferido.

Ante tal escenario, la consideración general del alero sobre su nivel bajó inevitablemente. Inesperadamente en el mercado, la incertidumbre en torno a su lesión y su contrato de apenas un año con opción de jugador para el segundo configuraban un riesgo que pocos estaban dispuestos a correr. Sin embargo, Masai Ujiri decidió afrontarlo: se deshizo de DeMar DeRozan, el símbolo de la ciudad, para conseguir a un Kawhi que hizo saber su descontento tras aterrizar en territorio canadiense. Ujiri no se equivocó: Toronto consiguió su primer anillo gracias a la presencia de Leonard.

Leonard es un líder contracultural: construye desde el silencio. Recién este año, después de mucho tiempo, el mundo conoció su risa, una risa que se viralizó rápidamente por su particularidad. Aún pese a su timidez, habitualmente lejos de los micrófonos y pese a su nulo carisma, Kawhi llegó a Canadá, enamoró al público con sus actuaciones y llevó a los Raptors hasta su primer anillo.

No fue una vida fácil la de Kawhi, quien en enero de 2008 vio como su padre Mark era asesinado en un lavadero que regenteaba por aquel entonces. Kawhi, por aquel entonces jugador de Riverside King con 16 años, enfrentó el día siguiente a Compton Domínguez: «El básquet es mi vida. Todo lo que quiero hacer es salir a la cancha y borrar eso de mi cabeza. Fue realmente muy triste. Se suponía que mi papá estuviera en el partido». El básquet fue su receta contra el dolor, aunque bien podría haber sido el fútbol americano.

En su época colegial, no llegó a las pruebas para jugar en el equipo de básquet porque ningún familiar pudo llevarlo al entrenamiento. Kawhi llamó al entrenador pero le dijo que no hacía excepciones. The Klaw, el hombre de las manos más grandes de la NBA, se pasó al fútbol americano: «Odiaba entrenar. Era bueno, probablemente hubiera llegado a la NFL, pero odiaba ponerme almohadillas», confesó tiempo después cuando ya jugaba en San Antonio Spurs.

Más contenido por Redacción CDN

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