El presidente Danilo Medina expuso en la FAO su modelo de intervención directa en el sector agropecuario.
En su exposición presentó los tres instrumentos o insumos esenciales de sus visitas.
El primero es el crédito, el cual se otorga a una tasa de interés de un 5% anual. Esa tasa contrasta con el 20% que cobran mensualmente los usureros a los productores agropecuarios.
El segundo instrumento es la asistencia técnica. La disponibilidad de conocimientos y de servicios de preparación de los terrenos eleva significativamente la productividad de las parcelas que antes se explotaban con tecnologías decimonónicas.
El tercer instrumento es la inversión en infraestructura. El gobierno ha destinado recursos para la construcción de caminos vecinales, pequeñas presas, canales de riego y para la adquisición de equipos y maquinarias con el objetivo de elevar la productividad y rentabilidad de los negocios agropecuarios.
El presidente Medina declaró ante los miembros de la FAO que el impacto de esas intervenciones está siendo evaluado por el PNUD. Y adelantó algunos resultados.
El programa de visitas sorpresa ha elevado la productividad y la producción.
Ha favorecido las exportaciones y la creación de empleos, directos e indirectos.
Ha aumentado la rentabilidad y los ingresos de los productores agropecuarios.
Ha reducido la incidencia de la pobreza y mejorado la equidad en la distribución de la renta.
Esos resultados preliminares sugieren que los recursos públicos se están traduciendo en acciones que impactan favorablemente sobre el bienestar de la población rural.
