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Bryan Price se adapta a la vida como manager de Rojos

CINCINNATI — Bryan Price fue ascendido de coach de pitcheo a manager de los Rojos en octubre. Inmediatamente, el nuevo puesto agregó responsabilidades y puso al nuevo piloto bajo la lupa.

Con el paso del tiempo desde que asumió el cargo, algunas de las diferentes dimensiones han surgido gradualmente.

«Son muchos aspectos», señaló Price.

Price, de 51 años de edad, fue el coach de pitcheo de Cincinnati durante cuatro temporadas bajo el mando de Dusty Baker y también fungió como coach de pitcheo para los D-backs y Marineros. En ningún nivel había sido manager.

«Tantas cosas pasan por tus manos — reglas de la organización, políticas, atuendos apropiados para los jugadores y cosas que antes solamente tenía que seguir», dijo Price. «Ahora mi opinión cuenta. Hay mucho en que pensar. No creo que en ese aspecto haya muchos cambios».

Desde que fue contratado por el gerente general Walt Jocketty el 22 de octubre, Price ha estado en contacto con sus jugadores, ha estado ayudando a los directivos en el proceso de entrevistas para nuevos coaches y ha supervisado los planes para la temporada del 2014 — al menos todo lo que se puede planear a estas alturas.

«Hemos tratado de estar de acuerdo en el mensaje y la dirección que queremos tomar en los entrenamientos primaverales», expresó Price. «Ha sido una temporada muerta llena de actividad, pero también ha sido divertido».

Ahora que Price ha tenido el tiempo para dejar su huella en los asuntos fuera del terreno, se aproxima la oportunidad de dejar su marca en el equipo sobre el terreno. Los Rojos comienzan su pretemporada el fin de semana, cuando los lanzadores y receptores se presenten en Goodyear, Arizona, el 14 de febrero.

A diferencia de otros nuevos dirigentes, Price no toma las riendas de un equipo en reconstrucción o en caos. Bajo Baker, Cincinnati ganó 90 juegos en el 2013 y terminó en tercer lugar en la División Central de la Liga Nacional. Fue bueno, pero no cumplieron las expectativas. Una racha de seis derrotas consecutivas, incluyendo un revés ante los Piratas en el Juego del Comodín de la Liga Nacional, dejó a la organización con un sabor amargo. Aunque los Rojos ganaron títulos divisionales y consiguieron más de 90 victorias en el 2010 y 2012, no ganaron una serie en la postemporada.

Perdieron a dos jugadores clave en la agencia libre con la partida del primer bate Shin-Soo Choo y el veterano abridor Bronson Arroyo. La falta de poder en la ofensiva no fue solucionada en la temporada muerta.

Pero el núcleo de la alineación de los Rojos — Joey Votto, Jay Bruce y Brandon Phillips — está de regreso. Su actual rotación, que incluye al dominicano Johnny Cueto, Mat Latos y Homer Bailey, es impresionante. Su bullpen, con el cerrador cubano Aroldis Chapman, podría ya ser el mejor en las Grandes Ligas.

«Sabemos que tenemos un club sólido», manifestó Price. «Nos enfocaremos en jugar lo mejor posible. Trabajaremos cada día para llegar a la excelencia y poder aceptar el resultado y emplearlo como nuestra meta».

Por la mayoría del invierno, Price no ha dado muchos detalles de cómo estará compuesta su alineación. Hasta que no se jueguen encuentros de temporada regular, su estrategia permanece una teoría. Sus decisiones con el juego de por medio están por llegar, también lo espera una división que incluye a los Cardenales, campeones de la Liga Nacional, y a unos Piratas que le dieron fin a los sueños de una Serie Mundial para los Rojos.

Durante toda la temporada muerta, Price ha recalcado que sus peloteros serán responsables por sus acciones y jugarán de la manera correcta. El fin de semana en Arizona veremos cómo el equipo comienza a acoplarse a aquella mentalidad.

«Todos observarán las estadísticas porque el béisbol está basado en estadísticas», dijo Price. «Pero la meta es llegar todos los días, estar mejor preparado que el oponente, esforzarnos más que el oponente y ser en el terreno algo que pueda admirar la gente que te apoya. Queremos ser un rival difícil para todos».

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