El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que no se puede pretender «arrodillar» a las FARC en las negociaciones que se llevan a cabo en Cuba, y reconoció la voluntad de paz del grupo terrorista.
Santos, quien este miércoles cumplirá el tercero de sus cuatro años de Gobierno, defendió así la posibilidad de que los jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia puedan aspirar a cargos de elección popular si dejan las armas.
En ese mismo sentido, el gobernante reiteró su negativa a pactar un cese al fuego bilateral mientras avanzan los diálogos, pues según él esto puede ser aprovechado por las FARC para fortalecerse y prolongar el conflicto, que dura más de medio siglo.
Santos también destacó el interés de la insurgencia en llegar a un acuerdo de paz, e indicó que solo rompería las conversaciones iniciadas en noviembre de 2012 si considera que las FARC las están utilizando para «oxigenarse militarmente».
Aunque enfatizó que «ese no es el caso» si reconoció que los diálogos avanzan «demasiado lentamente».
De su lado la guerrilla comunista de las FARC pidió en La Habana una reforma de la justicia colombiana y crear una comisión internacional independiente que investigue el conflicto armado de casi medio siglo en ese país.
La justicia colombiana ha sido “politizada por la rama ejecutiva, y la responsabilidad del Estado en los hechos de guerra, la ha venido descalificando cada día más”, según el comunicado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
La guerrilla también propuso, con miras a resolver el punto cinco de la agenda de paz –la reparación de las víctimas– la creación de una comisión independiente que investigue el conflicto armado, que tenga acceso a los archivos de los servicios secretos y del gobierno.
