Gabriela Rosa aunque partió hacia los Estados Unidos siendo ya toda una mujer, se convirtió en la primera dominicana que ocupa un lugar en la Asamblea Estatal de Nueva York.
“Tengo un letrero que dice ‘hecho en República Dominicana’, totalmente formada aquí y orgullosa de haber tenido esa bendición”, manifestó Rosa, luego de explicar que partió a tierra norteamericana cuando tenía 27 años.
Rosa fue elegida en septiembre del 2012 como representante del Distrito 72 de Nueva York, correspondiente a Washington Heights, Inwood y Marble Hill.
Recuerda que trabajó durante poco más de una década como asesora de políticas públicas con el legislador Denny Farrell. “Esos 12 años me formaron políticamente y en cuanto a lo que tiene que ver con el desarrollo de un representante electo, su papel y desempeño”.
Sin embargo, reconoce que además de su formación, le hizo falta perseverancia, sobre todo cuando se postuló en el 2010 para ser asambleísta y no fue electa. “Creo que eso fue lo que me dio más fuerza para continuar enfocándome en llegar… fui elegida dos años después siendo la candidata que no tenía apellido reconocido, ni los recursos económicos, pero me fajé”, recuerda.
Labor
Desde su llegada a la Asamblea Estatal, en septiembre del 2012, la legisladora ha presentado varios proyectos de ley relacionados a la protección de los derechos del inquilino, la votación temprana a los 16 y 17 años y los derechos a la igualdad de la mujer en el ámbito laboral. Estas legislaciones ya fueron aprobadas y están a la espera de la firma del gobernador de Nueva York.
Asimismo, tiene en propuesta dos proyectos importantes para presentar en la próxima legislatura. Estos están relacionados con la educación a jóvenes estudiantes para prevenir la violencia doméstica y el control a la renta comercial. Rosa, esposa y madre de un adolescente de 15 años, oriunda de Ciudad Nueva, en el Distrito Nacional, visitó elCaribe ayer.
Agota una agenda que incluye la visita a medios y encuentros con organismos gubernamentales, como el Despacho de la Primera Dama, en donde trazó con Cándida Montilla de Medina un plan orientado a mejorar la calidad de vida de niños y jóvenes con discapacidad y problemas de aprendizaje.
